M. Martí i Pol
Y, sobre todo, no olvides que tu tiempo es este tiempo que te ha tocado vivir:
no otro, y no en el desierto, orgulloso o cobarde, cuando te sientas llamado a tomar parte, como todo el mundo, en la lucha, claro que tu sitio sólo tú puedes llenarlo.
Crece, eso sí, en la lengua de la tribu, palabra a palabra, fidelísimo,
y en el espíritu de revuelta que alerta tu gente contra el desfallecimiento, porque en ti se cumpla, poco a poco, el futuro y nunca te encuentres desvalido y solo.